12 Tomó entonces Samuel una piedra y la erigió entre Mispá y Yesaná
y le dio el nombre de Eben Haézer, diciendo: «Hasta aquí nos ha socorrido
Yahveh.»
13 Los filisteos fueron humillados. No volvieron más sobre el
territorio de Israel y la mano de Yahveh pesó sobre los filisteos durante toda
la vida de Samuel.
14 Las ciudades que los filisteos habían tomado a los israelitas fueron
devueltas a Israel, desde Ecrón hasta Gat, liberando Israel su territorio del
dominio de los filisteos. Y hubo paz entre Israel y los amorreos.
15 Samuel juzgó a Israel todos los días de su vida.
16 Hacía cada año un recorrido por Betel, Guilgal, Mispá, juzgando a
Israel en todos estos lugares.
17 Después se volvía a Ramá porque allí tenía su casa, y juzgaba a
Israel. Y edificó allí un altar a Yahveh.